Reforma Educativa: La cruel realidad
Análisis reflexivo sobre la Reforma Educativa de México
En este escrito me
propongo analizar la temática de la Reforma Estructural Educativa de nuestro
país, dando a conocer la verdadera finalidad de la reforma educativa, y está articulado
de la siguiente manera; como primer punto se realiza una breve introducción a
la temática, como segundo punto se expone y debate acerca de la problemática de
la Reforma Educativa, haciendo énfasis en la evaluación del desempeño del
personal docente, un tema muy trillado en estos días, y finalmente se culmina
con algunas reflexiones finales.
La educación es un arte y es la base fundamental
para la formación y humanización del hombre, lo ha sido desde el origen de los
tiempos y lo seguirá siendo hasta el fin de estos. Para poder llevar acabo esta
gran acción existen ciertas leyes,
principios o normas que la orientan (políticas educativas), estas dependen del
programa electoral en función, por lo que siempre que hayan elecciones se
presentan nuevas reformas educativas, con la finalidad de ir mejorando el
sistema educativo. La pregunta que permea hoy en día, con la nueva reforma
implementada por él presidente Enrique Peña Nieto es, ¿realmente esta nueva
reforma mejorar el sistema educativo?
En el año 2013 se dio a conocer la nueva reforma
educativa, cuya finalidad es mejorar la calidad educativa del país. Dentro de
una de sus cláusulas se encuentra “evaluación del desempeño docente”, de
acuerdo con Martínez, R. & Blanco, E., no se puede pensar en intervenir
sobre la educación sin tener en cuenta esta herramienta. La necesidad de
evaluar continuamente nuestro sistema educativo es la única posibilidad de
mejorar la calidad educativa.
Sin embargo, esta “Reforma Educativa” se centralizó
únicamente en el docente, y no es que esté mal la idea de evaluarlos, ya que
debido a que estos son los agentes primordiales y la brújula que guía y activa
la educación, necesitan estar muy bien preparados para poder llevar a cabo el
proceso de enseñanza-aprendizaje, pero lo que realmente se busca con esta
evaluación impuesta por la reforma no es una evaluación como tal.
En los lineamientos para llevar a cabo la evaluación del desempeño
docente expuestos por la INEE, en su artículo 4 dice: La evaluación del
desempeño de docentes y técnicos docentes en educación básica,
tiene como finalidad medir la calidad y los resultados de la función que
desempeñe. Lo que nos lleve a plantearnos las siguientes interrogantes ¿se
trata de evaluar o medir?, ¿Acaso es lo mismo evaluar que medir? Lo cierto es
que el término medir se refiere a asignar números, dar una calificación, es
meramente cuantitativo, mientras que evaluar se refiere a tanto lo cualitativo
como cuantitativo, se trata de un proceso en donde se ponen en tela de juicio
la comprensión, el dialogo, discusión, reflexión, etc… La evaluación es un
campo de debate y negociación (Martínez, R. & Blanco, E.). La medición es
únicamente un instintivo de la evaluación, parece increíble que a estas alturas
se sigan confundiendo estos términos.
Esta terrible confusión es el parte aguas de todo
el conflicto suscitado en nuestros días, debido a que la finalidad de la
evaluación docente está mal planteada, los estándares a evaluar también están
mal, ya que van en pro de lograr dicho objetivo (medir). Esta forma de
evaluar/medir al docente no toma en cuenta los lineamientos que realmente deberían
seguir, puesto que existen desajustes entre lo que se está evaluando y los
contenidos de los programas que los docentes llevan a la práctica, otro de los
errores de esta reforma es que busca evaluar/medir a todos los docentes por
igual, no tomó en cuenta las particularidades de cada uno de ellos.
De acuerdo Candela, A (2013). Esta Reforma
Educativa no propone medidas propiamente pedagógicas o educativas, sino que se
centra en una serie de criterios para calificar a los docentes. Y a partir de
esos criterios clasifica a los docente, como insuficiente, suficiente, buenos y
excelentes, de alguna manera se vuelve a la educación tradicional, en la que si
el docente aprobó con una buena calificación, este está apto para impartir
clases, cuando lo que hace falta es
conocer las habilidades con las que el docente se desenvuelve en el aula y ver
si realmente está logrando el único y gran objetivo de la educación que es
formar a seres pensantes y comprometidos con el futuro del país.
Cabe destacar que la Reforma Educativa no tomó en cuenta ninguno de
estos aspectos, ya que fue realizada en contextos políticos, dejando a fuera a
los mismos docentes, convirtiéndose así en una reforma meramente política, o
mejor dicho una reforma laboral, debido a que si el docente queda posicionado
en la clasificación insuficiente, tiene el derecho a ser evaluado en dos
ocasiones más, pero si este llega a salir de la misma “calificación”, será
removido a un puesto de menor rango o en su casó despedido, esto refleja
claramente que uno de los fines de esta reforma, es modificar o regular las
relaciones laborales de los trabajadores en materia educativa, imponiendo
contratos por periodos de 4 años, y nuevamente inicia el proceso de
evaluación/medición, para saber quién sigue siendo “apto” para conservar su
empleo.
Otro de los fines que se persiguen con esta
reforma, relacionado a fines políticos, es que con los resultados obtenidos en
las evaluaciones/mediciones del desempeño del docente únicamente se busca
posicionar a México como uno de los mejores países con respecto a la educación,
se cree en la ilusa idea de que el tener profesores que se encuentran en la
clasificación de “excelentes”, realmente se tendrá una mejor calidad de
educación, cuando la realidad es otra.
Como puede verse la “Reforma Educativa” enfrenta
múltiples desafíos, especialmente con la temática de la evaluación docente, por
lo que considero que realmente no garantiza una mejora en el sistema educativo,
si realmente queremos que la calidad educativa de nuestro país mejor, hay que
pensar en una propuesta en donde se tomen en cuenta los verdaderos problemas
educativos a los que se enfrenta el país, y sí hay que evaluar no medir, el
desempeño de los docentes, pero, se deben tomar en cuenta a los mismos
docentes, realizado desde el ámbito educativo (no político), tomando en cuenta
la complejidad de la docencia, las condiciones a las que se enfrentan los
docentes para poder llevar a cabo el proceso de enseñanza-aprendizaje.
A mi parecer una forma de evaluar al docente sería realizar
visitas en las aulas educativas, para observar y realizar un reporte muy bien
detallado de la forma en la que el docente se desenvuelve en el aula, y a
partir de ello, valorar si realmente el profesor está capacitado para enseñar.
Evidentemente no solo se debe evaluar al docente de acuerdo con Calderón, E. (2013) también se deben evaluar
las metodologías didácticas, las condiciones físicas de las escuelas y de sus
instalaciones, los materiales y equipamientos, lo cual se refleja de manera
integral en la preparación de los estudiantes, pero sobre todo de evaluar las
acciones de las mismas autoridades educativas responsables del estado general
de la educación en las diferentes regiones del país.
Fuentes consultadas:
- Candela, A.. (23 de julio de 2013). Reforma educativa fallida. 2016, de
La Jornada.
- INEE. (2016). Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación. 10-2016,
de INEE.
- Martínez, F., &
Blanco, E. La evaluación educativa en México: experiencias, avances y desafíos,
2016
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